Por Asociación 5 al día.
Los viajes de trabajo son un momento en el que los hábitos alimentarios se pueden alterar por los horarios irregulares, la incorporación de alimentos que habitualmente no se consumen o por la omisión de otros que tomamos con mayor frecuencia.
Aunque pueda haber algunos cambios, estos no deben comprometer nuestra salud, y en muchos casos nuestro peso corporal, por el excesivo consumo de grasas, azúcar o sal, la exclusión de alimentos clave como las frutas y hortalizas, o las legumbres y derivados integrales de los cereales.
En este periodo de nuestra vida laboral debemos tomar medidas para que nuestra alimentación no se altere demasiado, a pesar de estar fuera de casa, en el coche, el hotel o esperando en estaciones o aeropuertos, por eso desde “5 al día” queremos daros las pautas necesarias para comer sano también cuando estás de viaje.
Si estás en ruta con el coche:
– En las paradas, selecciona comidas poco abundantes, con poca grasa y no demasiado condimentadas, como los platos a base de pescados, carnes muy magras y acompañados de ensaladas diversas.
– Una alimentación adecuada no te generará demasiada fatiga, somnolencia o pesadez, que son enemigos de la conducción responsable.
– Haz un plan de “avituallamiento” teniendo en cuenta tu ruta. La gastronomía popular te puede dar alguna sorpresa saludable que no esperabas.
– Ten siempre a mano: agua, frutas, frutos secos, barritas de cereales, frutas frescas y también desecadas… pueden sacarte de un apuro, si el tiempo se te echa encima.
– Cada dos horas, para y descansa. Puede ser un buen momento para tomar una fruta o un poco de agua fresca, a la vez que estiras un poco las piernas.
– Si tu ruta es por el extranjero, infórmate antes de la gastronomía del lugar: te ayudará a elegir de manera informada.
En el hotel:
– El buffet es el modo más habitual de organizar la alimentación en hoteles, lo que ofrece la posibilidad de elegir entre una gran variedad de alimentos.
– La bebida principal debe seguir siendo el agua y si tomas otras bebidas, ya sean o no alcohólicas, cuida la cantidad y la frecuencia.
– Prioriza los entrantes de ensaladas o verduras cocinadas, así como los pescados frente a las carnes, y las magras antes que las grasas.
– Prefiere las guarniciones, de hortalizas e integrales, y mejor sin salsas y en el cocinado, mejor al vapor, horno, parrilla, plancha, etc., que fritos, rebozados o guisados grasos.
– Cuida las raciones y piensa en qué alimentos van a componer tu menú, sin que necesariamente, tengas que “comer de todo”.
En el restaurante:
– Evita los sitios de comida rápida o al menos no abuses de este tipo de alimentos ricos en grasas, sal y azúcar.
– Aprovecha la cocina local y disfruta de nuevos sabores y formas de tomar las hortalizas, legumbres, pescados, etc.
– Pide primeros a base de ensaladas, hortalizas cocinada, sopas vegetales, etc., y prioriza las guarniciones de verduras variadas.
– En los segundos, descubre los pescados, mariscos y carnes magras, u otros vegetarianos que te sorprenderán. Deja de lado las carnes rojas, grasas o embutidos.
– Solicita opciones integrales de arroz, pasta, pan, etc y evita las salsas grasas o pídelas aparte para controlar la que añades al plato.
– Evita las bebidas alcohólicas y azucaradas, la mejor bebida es el agua. De postre, pide fruta de temporada, y si no hay, ya es una pista para no volver otro día.
En el aeropuerto:
– Evita la comida rápida y elige un espacio cómodo, sentado y tranquilo donde dedicar al menos 30 minutos a tu comida, y mejor sin ordenador o el móvil.
– El sándwich, un plato combinado o un menú, son opciones rápidas y que pueden ser una elección saludable.
– Si tu opción es el bocadillo o el sándwich elige los integrales con base de fiambres magros, quesos tiernos o jamón serrano, y si es posible con vegetales y sin salsas. Acompaña con ensalada simple, agua y una fruta cortada o entera.
– Si optas por platos cocinados, recuerda incluir hortalizas cocinadas o crudas, como ensaladas, de primero o guarnición. Complétalo con pescado, carnes magras o huevos.
– Una ensalada con un poco de atún, huevo cocido y verduras variadas, es una buena opción si la acompañas de pan integral, agua y fruta fresca.
– Para beber, prioriza el agua a otras bebidas y en el postre, elige siempre fruta fresca entera o cortada lista para tomar.
Esperamos que estas indicaciones te ayuden a llevar una alimentación saludable también en tus viajes de trabajo.