El kiwi es un alimento saludable que deberíamos comer todos los días, sus propiedades son beneficiosas para nuestro organismo debido al alto porcentaje que tiene en vitamina C y D, sus efectos laxantes o su utilidad para la mejora del tránsito intestinal, entre otros. ¿Sabías que el kiwi gallego cubre la mayor parte de la demanda española? ¿Y que Kiwi Atlántico es la mayor empresa productora de kiwi verde nacional? A continuación te contamos 3 curiosidades que no sabías sobre el kiwi:
Desde China a Galicia
El origen del kiwi se sitúa en China donde se conoce desde hace milenios. A principios del siglo XX llegó a Nueva Zelanda de la mano de Mary Isabel Fraser, directora y educadora neozelandesa, quien viaja a Yichang (China) en 1904, y consigue las primeras semillas de ‘Actinidia deliciosa’. Esta le pasa las semillas al horticultor neozelandés Alexander Allison, quien las siembra y obtiene sus primeros frutos en 1910. Tras la mejora de la especie, desarrollan su cultivo y comercializan en Europa y América a partir de mediados de siglo. En el año 1928, el científico Hayward Wright obtiene la variedad Hayward, el kiwi verde que conocemos hoy en día.
En los años 60, el kiwi empieza a cultivarse en otros países, siendo Italia el primer país productor y exportador del mundo. En España, la primera plantación de kiwis empezó en Gondomar (Pontevedra), en 1969, y más tarde en Asturias en 1975. Aunque en los 80 todavía se consideraba una fruta exótica, su cultivo se expande a más territorios y su comercialización crece enormemente. Ya en los años 2000 sigue su expansión por el norte, el País Vasco se sitúa como tercer gran productor siendo el consumo español el mayoritario de Europa. El norte peninsular es idóneo para su cultivo, obteniendo una fruta con un grado de azúcar perfecto para consumir, debido a la acidez del suelo y al clima lluvioso, húmedo y sin heladas, que da como resultado uno de los mejores kiwis.
Una fruta con 4 nombres
El kiwi, como hemos señalado, es una fruta originaria del sudeste de China donde se conoce con el nombre de ‘yangtao’ o ‘mihoutao’. Cuando se empezó a cultivar y extender su consumo desde Nueva Zelanda, se conocía con el nombre de ‘grosella de China’. En 1959, la empresa neozelandesa Turner & Growers comienza a exportar a Estados Unidos su producción y le cambia el nombre ya que tenía connotaciones negativas a causa de la ‘guerra fría’.
Buscan entonces un nombre alternativo, exótico y raro, ‘melonette’ fue una de las propuestas, pero les parecía difícil de pronunciar para los angloparlantes así que buscaron otra denominación relacionada con Nueva Zelanda. El nombre ‘kiwi’ fue el elegido, era sencillo y dejaba clara la nueva procedencia del fruto, optaron por ese nombre ya que tenía un parecido razonable con el ave endémica del país.
La piel del kiwi es comestible
¿Sabes para qué sirve la piel del kiwi? Aunque te sorprenda, es comestible y muy sana. Para consumirla lo primero que debes hacer es limpiarla bien y frotar con un cepillo para eliminar la pelusa. La piel, como la de la mayoría de las frutas, tiene una alta concentración de vitaminas A, C y E, lo que la convierte en un poderoso antioxidante. La piel del kiwi contiene 2 o 3 veces más fibra que la pulpa, facilitando la digestión y ayudando a bajar el colesterol.
Consumir la piel del kiwi es beneficioso para el sistema inmunitario, neurológico y vascular por su rico contenido en Omega-3, magnesio y zinc. Además, contiene flavonoides y antioxidantes que refuerzan el efecto de las vitaminas E y C, y previenen el desarrollo de bacterias patógenas en el sistema digestivo. Aprovecha la piel del kiwi en tus batidos, smoothies o mermeladas..