Cuando pensamos en postres con kiwi, normalmente nos imaginamos granizados, polos o batidos. Esto es por su toque ácido, un punto que lo hace perfecto para recetas muy refrescantes. Hoy veremos como se puede hacer una mousse de kiwi increíble y cómo su sabor es tan goloso como refrescante.
Postres con frutas
Los postres con frutas son un clásico de cualquier gastronomía. Dependiendo del tipo de fruta, la usaremos para un tipo de preparación dulce o para otra.
Al kiwi le pasa lo mismo que a las fresas: su dulzor y acidez los hacen el ingrediente perfecto para cualquier postre, ya que les restan pesadez a las elaboraciones más contundentes como las que llevan merengues, nata montada, crema… y realzan el sabor con su contraste. Al mismo tiempo, su dulzor natural alegra cualquier postre más parco como aquellos que se elaboran con yogurt y frutos secos.
Sea cual sea el postre con frutas que te guste, tu ingrediente es el kiwi.
Mousse de kiwi y vainilla
Ingredientes
- 2 kiwis
- 1 rama de vainilla
- 3 yemas de huevo
- 250 gr de nata para montar
- 100 gr de azúcar
- 1 hoja de gelatina
Preparación
La preparación es muy sencilla, ya veréis:
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- Mojamos la gelatina y la escurrimos bien. Vamos retirando el interior de la vainilla y lo reservamos.
- Calentamos 60 ml de agua con los 100 gr de azúcar y el interior de la vainilla a fuego lento hasta obtener un almíbar suave. Ahora batimos muy bien las claras y vamos incorporándoles lentamente el almíbar templado.
- Disolvemos la gelatina en 6 cucharadas de nata removiendo sin parar. Añadimos, sin dejar de remover, las yemas almibaradas.
- Montamos la nata sobrante y la incorporamos a la mezcla removiendo con una espátula de silicona.
- Reparte esta mezcla en vasitos cortos y guárdalos en la nevera, al menos, durante 3 horas. Cuando vayas a servir, corta el kiwi en dados y colócalos sobre la mousse bien fría.
Aquí tienes un postre con fruta de lo más goloso, refrescante y fácil de elaborar.