En la playa hay que estar bien hidratado. Aunque seas de chiringuito, tienes que saber que la fruta es una de las opciones más recomendables para mantener tu hidratación en el punto perfecto. 

En verano la hidratación es fundamental debido a la pérdida de líquidos que se experimenta debido a que la sudoración de la piel aumenta. Además de hidratar tu cuerpo naturalmente, al tomar fruta también estarás consiguiendo un aporte extra de minerales y vitaminas que te aportarán múltiples beneficios. 

Está claro que llevar piezas de fruta a la playa es fundamental. Pero ¿cómo llevarla? Obviamente, si pensamos en los peques de la casa, la mejor opción es llevarla ya cortada y en un recipiente ya refrigerada. ¿Qué podemos hacer para que la fruta se conserve perfecta durante el tiempo que no la consumamos? Vamos a verlo. 

¿Cómo conservar la fruta cortada? 

El aumento de la temperatura cataliza la oxidación de las frutas, no importa si las refrigeras, el ambiente las hace vulnerables a este proceso natural. Para evitar esto hay varias cosas muy sencillas que podemos hacer:

– En primer lugar, es muy importante el recipiente. Debemos buscar una fiambrera con cierre hermético.

– Después, podemos rociar con un poco de zumo de limón una vez colocada la fruta en la fiambrera. Esto ayuda a mantenerla blanca porque la acidez del limón neutraliza los agentes que la oscurecen.

-Hay que mojar una servilleta de papel en agua, y con ella envolver la fruta antes de meterla en la fiambrera y cerrarla. De este modo cuando vayan a comerla, sólo será necesario retirar el papel humedecido y los pedazos estarán tan frescos como recién cortados.

Esto es así porque el papel al estar húmedo hace barrera protectora, evitando así que el poco aire que pudiese haber quedado en la fiambrera reseque lo que hayamos puesto dentro y lo oxide (aunque sea mínimamente)

Y ya está. Hasta aquí llegaron los consejos de hoy sobre cómo mantener la fruta fresca aunque esté cortada.

¡Ahora ya puedes llevar tu fruta cortada a la playa sin miedo a que se oxide! 

(Fuente: Blog de Pepa Tabero)